Hidrolato de Lavanda

COMO TÓNICO FACIAL. El uso más extendido de los hidrolatos o aguas florales es como tónicos naturales. Esta es una fabulosa alternativa a los tónicos faciales sintéticos que suelen contener una lista interminable de sustancias químicas tóxicas. Humedece y tonifica la piel antes de aplicar cremas naturales y mezclas cosméticas de aceites vegetales y esenciales.

COMO ELEMENTO ACUOSO DE LAS MASCARILLAS CASERAS. Los hidrolatos o aguas florales son estupendos elementos acuosos, tanto a la hora de elaborar mascarillas caseras como emplastos o cataplasmas para dolencias. Reemplace el agua que usa normalmente por hidrolato de lavanda para enriquecer el tratamiento.

COMO AGUA DE COLONIA. El agua de lavanda es una excelente opción para sustituir los perfumes sintéticos por un aroma natural. Refresca la piel y aromatiza la ropa. Su olor dura mucho menos que un perfume industrial, pero su piel y su organismo se lo agradecerán.

PARA AROMATIZAR Y DESINFECTAR EL HOGAR. Se puede utilizar agua floral de lavanda para limpiar las superficies y para aromatizar las estancias o la ropa. Cuando utilizamos productos naturales nos estamos asegurando de no introducir más sustancias tóxicas en el hogar.

PARA PIELES ENVEJECIDAS. Una de las principales características de la lavanda es su capacidad para restaurar los tejidos dañados o envejecidos. Por eso, el hidrolato de lavanda es una estupenda opción para tonificar la piel antes de aplicar una mezcla de aceites vegetales y esenciales antiarrugas. Complemente su tratamiento con una mascarilla casera rejuvenecedora.

Hidrolato de lavanda 100% puro, obtenido por destilación de flores de lavanda.

Flores

Conserve el recipiente lejos de la luz, el calor y el oxígeno. En zonas calurosas conviene guardarlo en la nevera para conservar sus propiedades. No ingerir